Día de Duarte
Hoy es domingo, que de acuerdo
con el orden de los días es no laborable, para aquellos que pueden tenerlo como
tal, imitando al Dios bíblico que descanso al séptimo día después de estar sobre
la expansión en el ejercicio experimentar de crear mundos y el universo, donde vio
que separar la luz de las tinieblas era bueno y crear una lumbrera para el día
y una para la noche también. De días como éste se habla mucho, y para los judíos
no es el día de descanso de Dios, porque para ellos el divino día de descanso
del señor fue un sábado, no un domingo, porque la expresión hebrea Sabbat suena
más a sábado que a domingo y este se debe guardar sin hacer trabajo alguno
desde el atardecer del viernes hasta el
momento en que las estrellas aparezcan el sábado.
Así, como los judíos, lo guardan
los adventistas, y por el eso el librero de los libros usados, que está debajo
del estacionamiento de la calle José Reyes, con el Conde, cierra los viernes
temprano, para el guardar el día de descanso, pero el muy cansado librero
descansa los domingo también, pues vendiendo libros se cansa más que Dios haciendo
el universo, razón por la que sólo tomó un día, y el librero más cansado toma
dos.
Nuestros días tienen nombres de
dioses paganos y así el jueves se refiere Júpiter, el viernes a Venus, que sólo
en esos días se recuerda el nombre venus, pues las mujeres eliminaron el monte
que llevaba tal nombre, para que los hombres hicieran poesías con el clítoris
antes que los pelos. El viernes tiene un íntima relación con el domingo, pues
si el mes inicia con un domingo habrá un viernes de mala suerte, mejor dicho, si el día primero de un mes es
domingo uno de los viernes será trece. Todo esto viene de los dioses del
paganismo griego, tomado por los romanos, y fue en griego, no en hebreo, que el
domingo se convirtió en el día de Dios y primer día de la liturgia y también día
de descaso y al mismo tiempo festivo para los mortales que no son judío ni seguidores
de Alá, pues los musulmanes para nada consideran el domingo un día guardar.
El domingo es el día del sol,
como el lunes lo es de la luna, días de las dos lumbreras creada por dios.
Dicen que antes que el domingo está el sábado que se refiere a Saturno. Los martes
se refieren al Dios de la guerra, conocido en Roma como tal y entre los griegos
como Ares y en el medio de la semana está el miércoles, que se refiere a Mercurio,
Dios del comercio, con alas en los pies antes que las tuviera Flash.
Observando la designación de los
días, no encuentro ninguna divinidad que se llame Duarte, ni en civilización
alguna se ha hablado de algún Dios que merezca un día con el nombre de Duarte. No
existe un musulmán que ayune por el día de Duarte y la inmensa mayoría de ellos
no saben quién fue ese. Si en algún país hoy se guarda este día como festivo es
porque es domingo, no porque el 26 de enero de 2014 sea el día de Duarte. En nada para homenajear o para considerar que
la existencia de ese ser llamado Duarte merezca un día. Únicamente en este país
una vez al año hay un día que se designa con el nombre de Duarte, independientemente
de que sea domingo o viernes, no importa, cualquier día, los 26 de enero de
cada año son aquí días de Duarte, para celebrar su nacimiento.
Duarte fue alguien que hizo algo
por nosotros, pero Duarte no fue un Dios, si los lo hubiese sido este país
fuera un país de incrédulos, herejes y blasfemos, que mereciera sin dudas el fuego
que destruyó a Sodoma y yo fuera un creyente que con gusto se lo hubiera dado,
pero de eso se salvan los que no creen en las ideas de Duarte, porque fue sólo
un hombre, que creo un país donde no había y un gentilicio que hoy se pretende
borrar. Duarte fue un creador que con mejor tino que el librero del Conde copió
la facultad creativa de Dios, no la del descanso que nos hace indiferentes y
cualquier día nos da igual.
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