Tripear es una palabra que no consumo, ni se la doy a mis hijos.


Víctor L. Rodríguez

Uno trata de educar a los hijos y los lleva a un colegio o una escuela para que aprendan y abstengan conocimientos en ciencias, lenguaje y también cultura. Al mismo tiempo trata de que aprendan un segundo idioma. El presupuesto familiar para la educación de los hijos es escaso. Educando un hijo, si uno es normal y vive de un sueldo, se renuncia hasta a la alegría cuando hay que pagar por ella el dinero que no se tiene.

Con recursos escasos y necesidades ilimitadas, como dicen los economistas, todos los padres y las madres, digo, si son normales y aportan al erario en vez de retirar de él teniendo dinero, compiten en eso de educar a los hijos con tiendas que tienen presupuestos enormes para la publicidad y con las líneas de las publicitarias, que consideran que mientras más bruto e ignorante es una persona más compra, que el ídolo que vende es el que tiene la coprolalia entre sus virtudes y conductas y que los personajes modelo para el consumo son los que cantan canciones cortada por el mismo ritmo exhibiendo bling bling, rapeando letras que hablan de sexo explícito con un vocabulario primitivo propio de estólidos cuya inteligencia no llega a decir algo más que “tú ta buena”, ta to’, “yo te meto mano” y “cojo y te lo parto”.

No hay niño alguno que con la dicha de tener padres responsables que compre cuadernos, libros mascotas y cualquiera de los útiles escolares, pero la publicidad se dirige a ellos. Uno intenta que sus hijos e hijas tengan carácter y discernimientos, pero como se compite con una de las tiendas grandes y famosas y con su publicidad. Con una de esas tiendas que están en el centro del polígono central y en todas partes con letreros grandes que piden a los niños que vayan al “cole” o a la escuela, para que acudan a tripear, concepto con el que parece se designa un estado de anarquía contrario a la razón de la escuela, donde la profesora promueve al profesor sustituto para tripear con niños amantes del desorden como si fuera en ellos un reflejo de Parlov.

El significado de tripear, según lo he buscado en la internet, es comer con glotonería, burlarse de alguien, hacerle broma; es como el acoso escolar, tripear es hacer bullyng. En otra acepción tripear es sentirse bien. Tripear también significa consumir “tripi, drogas alucinógenas, meterse drogas entre la que se encuentran LSD y éxtasis. Cuando en un anuncio de útiles escolares se llama a nuestros hijos a tripear, ¿a qué les llama?

Nadie pondrá límites a las publicitarias en eso promover el analfabetismo entre los niños y niñas, en destruir el idioma promoviendo como si fuera un valor el uso de palabras propias de los mercados de las drogas, considerando que mientras más cretinismo demostramos en el habla más consumidores somos. Nadie detendrá eso, por eso los padres la tiene difícil, pero lo mejor es no ir a sitio alguno a donde llamen a tus hijos e hijas a tripear.


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