El Piropo
El piropo es propio de sociedades
extrovertidas, donde dominan los
espacios exteriores, es un hábito de plazas, que debió desarrollarse en
las distancias de géneros creada por sociedades puritanas. Por la separación
entre mujeres y hombres o mejor dicho la separación de cuerpos fundamentada en las
virtudes de la castidad decimonónica, acicateada por el puritanismo victoriano.
No es consensuado, tradicionalmente ha sido un ejercicio de hombres, es
unilateral. Las mujeres únicamente han asumido el piropo sólo en la medida que han
tenido mayores libertades, pero es de un sólo lado. El piropo es una
transgresión, es un atreverse de capas
sociales consideradas como inferiores y en las mujeres de hoy es un
atrevimiento femenino, es lo que no deben hacer. El piropo no espera una
respuesta, hacerlo de por si es una hazaña que muchos consideran inaceptable
para las mujeres, porque las mujeres en el galanteo como diría Pablo de Tarso están
para callarse. Hay diferencia entre el
acoso y el piropo, entre la agresión pura y simple y el piropo y entre el
insulto y el piropo.
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